A medida que se acercan los tiempos de elecciones universitarias, ya sea para posicionar a una mesa directiva en la FEUCT, o elegir estatutos para la conformación de la FEUFRO, van aflorando también distintos contenidos discursivos por parte de círculos de estudiantes que durante el año se dedican a hacer política con los más diversos objetivos.Es decir, el escenario político actual abre tribunas de propaganda y de confrontación política que nos permiten extraer los elementos necesarios para mostrar a los estudiantes los objetivos e interéses de los diversos sectores políticos de la universidad. Esta vez, sin los velos y máscaras con los cuales suelen cubrirse la gran mayoría de estos.
Para nosotros, es fundamental analizar las palabras y comportamientos que expresan estos grupos, puesto que son expresiones de posiciones políticas, las cuales, corresponden en mayor o menor medida a un marco ideológico. Siendo este condicionado a partir de un determinado interés de clase, es decir, ninguna palabra de la juventud política es azarosa, y ninguna posición se escapa de los interéses que se reproducen en las conciencias de los hombres a partir de cómo se relacionan en la sociedad; sociedad que tiéne como caracter fundamental, el antagonismo entre las clases que componen la actual formación económico-social.
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“Los estudiantes no serían hoy lo que son si su agrupamiento político no correspondiera al agrupamiento político en toda la sociedad; “correspondiera” no en el sentido de la proporcionalidad absoluta de los grupos estudiantiles y sociales por su fuerza y sus efectivos numéricos, sino en el sentido de la existencia necesaria e inevitable entre los estudiantes de los mismos grupos que hay en la sociedad.” [1]
Algunos compañeros nos han señalado que escribir un atrículo analizando el carácter de los distintos grupos políticos de la universidad es una idea descabellada, puesto que la multitud estudiantil es ajena al quehacer político. Nosotros estamos concientes de aquello, ha sido tarea permanente de nuestra parte estudiar los distintos factores que han ido descontituyendo al sujeto no sólo en la universidad, también en los demás sectores y clases. Por lo mismo, comprendemos que en el actual periodo, la lucha política que se desarrolla en la universidad es una lucha de minorías, sin embargo, dentro de los mismos estudiantes activistas podemos encontrar apreciaciones carentes de un sustento definido y concreto a la hora de criticar a determinados grupos, por ejemplo, se oye bastante criticar a las JJCC por ser de la JJCC, o porque éstos pactan con el Gobierno. Estas críticas no tienen fundamentos, por lo tanto, no son golpes efectivos al momento de la confrontación política.
Lo anterior, en ningún caso pretende ser una defensa a las JJ.CC. muy por el contrario, en el presente artículo pretendemos aportar de manera humilde pero categórica, elementos que permitan a los estudiantes interesados en la política hacerse de un imaginario político más claro, reconociendo el carácter y la esencia de las fuerzas políticas que operan en la universidad.
La tarea de hacer de la lucha política una lucha de mayorías, pasa por la práctica política de los estudiantes que estén interesados en eso. A nosotros (TER) nos interesa de sobre manera al mismo tiempo en que vamos materializando nuestro proyecto, por lo cual esta temática la abordaremos aparte en una próxima edición de nuestra revista.
Entremos de lleno en el asunto. Tanto en la Universidad Católica de Temuco (UCT), como en la Universidad de la Frontera (UFRO), hay un sector en el terreno de la dirigencia estudiantil que ha estado hace algún tiempo dando bastante que hablar. Nos referimos a las juventudes de los partidos mal llamados Socialista y Comunista y algunos de sus simpatizantes.
Las JJ.CC y las J.S. en la UCT conforman una alianza política materializada en la mesa directiva de la Federación estudiantil, la cual fue electa a través de un proceso electoral empapado de irregularidades, al mismo tiempo que en que la UFRO, ambos sectores el año pasado intentaron levantar un “Frente estudiantil” y que hoy comparten posición respecto de los estatutos de Federación que fueron llevados a plebiscito durante los días 6 y 7 de abril.
En primer lugar, como estudiantes revolucionarios queremos desmitificar teóricamente a estos estudiantes que se presentan como militantes de izquierda, con un supuesto apego a las ideas científicas guía para la construcción de una sociedad mejor.
En un segundo plano, pasaremos al terreno práctico, dejando en evidencia que el comportamiento político de estos grupos es absolutamente detestable y que se vincula directamente con sus concepciones ideológicas respecto a la universidad y la sociedad.
Durante los periodos de movilizaciones o en instancias de discución, algunos militantes de las JJ.CC. plantean abiertamente el problema de la universidad, como un problema de la “Universidad pública, gratuita y estatal”, estableciendo ese objetivo político al momento de hacer una crítica al sistema educacional chileno.
Ese objetivo se corresponde con su planteamiento al momento en que estos señores indican a la educación como el pilar fundamental de la sociedad, entendiendo esto, como aquel factor que sintetiza y a partir del cual, se crean las bases estructurales del conjunto de la sociedad, tanto en el plano económico, político, ideológico, cultural, etc. Es decir, que son las relaciones educacionales sobre las cuales se constituye la formación económico-social.
La JJ.CC. dice nutrirse del marxismo como teoría revolucionaria para la orientación de su actividad política, sin embargo, reniegan de éste en todo momento pasando por álto los aspectos fundamentales de los cuales se compone la ciencia marxista. Sobre los planteamientos de las JJ.CC. respecto a la universidad como el pilar fundamental sobre el cual descanza la sociedad Marx afirma que:
“...en la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase del desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que le corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general..."[2]
Es decir, es la base económica material, que a nivel social establecen las condiciones que constituyen el carácter de las clases, las instituciones, la política, la cultura, etc. Por lo tanto, la educación, entendida como el proceso mediante el cual se reproduce la humanidad a nivel de la técnica, el lenguaje y el pensamiento va a estar condicionada a partir de la estructura económica de la sociedad. La universidad y su carácter reproducen las contradicciones de la sociedad capitalista, no las crean, por lo cual, al considerar que la universidad es el pilar fundamental sobre el cual descanza la sociedad, la JJ.CC. pasa por alto una de las tesis fundamentales del marxismo, el materialismo histórico.
Poner a la orden del día la defensa de la educación pública, no representa en ninguna medida un avance en materia de la lucha política ni en la calidad de vida de los estudiantes. La educación pública, gratutita y estatal es propia del keynesianismo presente en nuestro país hasta principios de los setenta, a continuación, tras la reorganización de la producción social que hoy gravita en el patrón neoliberal de acumulación de capital, la universidad estatal es una abstracción, pues la sociedad no posee las condiciones económicas materiales necesarias para su presencia. Eso los “Jotosos” lo saben, entonces ¿Por qué lo ocultan? ¿A que se debe esta desviación ideológica?, ¿será mera ignoracia política por parte de la militancia de las juventudes comunistas o acaso el pensamiento, el aspecto teórico de dichos militantes es producto de una escuela política partidaria que en la praxis a nivel multisectorial también se desenvuelve de modo tal que no intenta develar ni dar solución a las contradicciones fundamentales de la sociedad capitalista?
La palabrería oportunista de la Juventud Comunista no tiene límites, su propaganda señala que la militancia tiene como objetivo político la sociedad socialista y el comunismo, pues bien, dejando de lado la “pasividad” de los militantes respecto al estudio acabado de la ciencia marxista, nos encontramos con posiciones má incongruentes aún:
“Yo trabajé en una institución pública ...el problema no es el sistéma en si, sino las personas que trabajan en él...el sistéma publico no hay que destruirlo, hay que mejorarlo”[3]
Respecto al sistema estatal, al estado propiamente tal, Lenin, en su obra “El estado y la revolución” desarrolla los aspectos fundamentales del marxismo respecto del estado. Obra que nos permite conocer su origen, su desarrollo a lo largo de la historia de las sociedades y la actitud de los revolucionarios frente a éste.
Los jóvenes militantes de la JJ.CC. al hacer este tipo de afirmaciones categóricas, evaden toda importancia respecto del carácter del estado y su relación con la formación económico-social, al carácter burgués del estado propio de la sociedad burguesa, como si la actividad de éste organo dependiese de la voluntad de los funcionarios, olvidando a Lenin cuando plantea que el estado es una herramienta de opresión de clase, de la clase económicamente dominante.
Es imposible comprender las tareas de los revolucionarios de izquierda respecto del estado para alcanzar el socialismo, si no se posee una concepción científico-marxista de este. ¿Acaso el estado en el socialismo permanece igual que hoy, sólo que de mejor manera producto de la buena voluntad de los funcionarios? Tal parece que estos jóvenes olvidan que tanto Marx, como Engels y Lenin plantean que el estado burgués debe ser abolido, destruído, para transformarlo en “proletariado organizado como clase dominante” de modo tal que a medida que la revolución avanza en todos los planos de la sociedad, va extinguiéndose paulatinamente hasta el punto de dejar de exitir al momento en que las clases sociales se extinguen.
¡Y bajo esas concepciones estos señores exigen una educación estatal!, pues estos objetivos nada tienen de revolucionarios, sólo son un intento de cambiar la forma de administración de la educación superior en el país, sin siquiera asomar en su discurso un cambio en el carácter de ésta, qué sólo es posible mediante un proceso revolucionario conducido por los trabajadores que transforme las bases económicas de la sociedad.
El problema no és que estos jóvenes no planteen de manera revolucionaria sus planteamientos, o que ignoren, y reniegen del marxismo, el problema pasa por la fachada de la militancia, que escribe acerca del socialismo, se hacen llamar comunistas y ser estudiantes de izquierda, al mismo tiempo en que su práctica y sus concepciones acerca de la universidad nada tienen que ver con el marxismo, por el contrario, lo tergiversan y lo destruyen.
A este comportamiento lo acusamos de oportunista, pues su praxis política va más allá del reformismo estatal estudiantil, es aún mas reprochable puesto que hacen y dicen cosas que nada tienen que ver con lo que plantean ser, es decir, la esencia de este grupo político encierra interéses que no representan realmente una solución al problema de la educación para los estudiantes pobres y los estudiantes en general, sinó que aspira a la conquista del poder político a base de engaños. Su lucha contra la “exclución” de su participación en los planos de la política burguesa son una muestra concreta de aquello.
Esta crítica no pretende salir en defensa del marxismo, tan sólo poner en evidencia la desfachatez de pequeños grupos políticos, que a la hora de la confrontación política se escudan tras falacias, ocultan sus verdaderos interéses y engañan al estudiantado.
Su propaganda es clara a la hora de luchar por estatutos de federación, apelan a la “representación” y no a la participación, buscan la inclusión ¿inclusión de quién?
Y así la JJ.CC. en la UCT gritan a los cuatro vientos que su mesa directiva es democrática y pluralista, cuando el proceso eleccionario que se llevó a cabo en dicha casa de estudios desde sus inicios estuvo condicionado por un sinnúmero de irregularidades, pero ese tema lo trataremos mas adelante.
Por otro lado, las mal llamadas “Juventudes Comunistas” en la UCT levantaron una lista para las elecciones de la FEUCT, pués bien, al no salir lista ganadora se unificaron con las “Juventudes Socialistas”, traicionando a sus votantes y pactando y vinculando con este otro grupo que analizaremos a continuación.
Las Juventudes Socialistas, son las juventudes partidarias del Partido Socialista, el cual desde fines de los ochenta pertenece a la coalición que hoy está en el Gobierno y que de manera progresiva y sistemática ha profundizado las leyes económicas que se fueron gestando con el desarrollo del neoliberalismo en chile protegido político-socialmente por la dictadura militar. Por lo tanto, el PS representa y encarna el proceso de la contrarevolución neoliberal, administrando el aparato estatal durante la tercera etapa de este mismo, la administración civil de una contrarevolución ya madura.
En este sentido, la JS también poseen un interés propio del plano ideológico del partido y de los interéses de las clases para los que gobiernan. Las clases dominantes.
Sin embargo y a diferencia de las JJ.CC. las Juventudes Socialistas, al menos, en nuestras universidades, no se plantean revolucionarias ni mucho menos, simplemente, trabajan por hegemonizar los puestos dirigenciales para conducir y cooptar las distintas luchas estudiantiles para sintetizarlas en negociaciones con el Gobierno del cual también son parte. La estrategia de la JS es hegemonizar la conducción del sector estudiantil para su cooptación.
Criticamos agudamente los interéses de este grupo político, que con su praxis, lo que busca y ha conseguido durante todos estos años es sintetizar en su actividad política las manifestaciones estudiantiles, cooptarlas a través de la dirigencia y acudir a los CONFECH junto a sus compañeros de clase y partido para negociar a través del lobby y guardarse los intereses de los estudiantes en el bolsillo, botar a la basura todo el desgaste que implican las movilizaciones y negociar con sus pares de gobierno tal o cual “demanda”.
Esta política sucia nos es detestable, la consideramos abiertamiente una política estratégica enemiga de los intereses estudiantiles, viciada y sin escrupulos, que cuenta tras de sí con todo el aparato estatal para su ejercicio. De ésta misma política de cooptación se cualgan las JJ.CC. pactando con las J.S. ya sea en la mesa directiva de la FEUCT o compartiendo posición en la elección de estatutos de federación FEUFRO.
La politica llevada a cabo por la J.S. y apoyada por las JJ.CC. la podemos observar de manera concreta en todo el proceso eleccionario de la mesa directiva para la FEUCT.
El Tribunal Calificador de Elecciones (tricel) establecido para dicho proceso, estaba conformado por amigos cercanos y simpatizantes de la actual mesa directiva, seguido a esto, las urnas requeridas para las votaciones no se encontraban en el lugar y a la hora correspondiente. En las afueras del edificio principal del Campus norte, la señorita Marcela, estudiante de Acuicultura sirvió como vocal de mesa al mismo tiempo en que era candidata de la lista impulsada por el P.S. Nosotros ¿Quiénes? mismos pudimos ver en el lugar como la compañera instaba a votar a los estudiantes por su lista en la misma urna, de igual modo, al momento de votar, en reiteradas oportunidades al recibir el nombre del votante, ella misma estampaba la eleccion en el voto.
A pesar de estas despreciables actitudes propias de militantes y sipatizantes de los partidos que hoy gobiernan en contra de la clase trabajadora y el pueblo de Chile, el proceso continuó desarrollándose.Ninguna lista obtuvo la victoria, el año academico 2008 había finalizado y era de esperar que el proceso continuáse el presente 2009.
Sin embargo, al retornar a clases, el estudiantado se encontró con la sorpresa de que durante el verano,las listas impulsadas por la JJ.CC. y el P.S. se unieron en una sola, proclamándose como vencedoras en el proceso eleccionario de la FEUCT 2008.
La democracia de la que estos sujetos hablan y los intereses estudiantiles que dicen defender son públicamente ignorados al momento de conspirar a las espaldas de los estudiantes, sin embargo, no es de extrañar, no nos sorprende para nada, puesto que no se podía esperar otra cosa de sectores que en ningún momento han estado del lado de los estudiantes.
La historia juzgará por si misma a estos sectores, hoy en tanto, es nuestro deber develar los verdaderos intereses de estos señores y plantearlos abiertamente, y por sobre todo, a los estudiantes entusiastas, que depositando sus energías y voluntades confían en palabrerías carentes de sustento teórico y que no conducen más que al engaño y a reproducir el permanente estado de descontitución de los estudiantes de nuestras casas de estudios.
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[1]Lenin. V.; Tareas de la junentud revolucionaria; carta primera.
[2] Marx. C. Prólogo a la contribución de la economía política.
[3] Palabras de Luis Villegas, militante de las JJ.CC. durante el foro en el auditorium de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UFRO) acerca de la elección para los estatutos de federación.
Es decir, es la base económica material, que a nivel social establecen las condiciones que constituyen el carácter de las clases, las instituciones, la política, la cultura, etc. Por lo tanto, la educación, entendida como el proceso mediante el cual se reproduce la humanidad a nivel de la técnica, el lenguaje y el pensamiento va a estar condicionada a partir de la estructura económica de la sociedad. La universidad y su carácter reproducen las contradicciones de la sociedad capitalista, no las crean, por lo cual, al considerar que la universidad es el pilar fundamental sobre el cual descanza la sociedad, la JJ.CC. pasa por alto una de las tesis fundamentales del marxismo, el materialismo histórico.
Poner a la orden del día la defensa de la educación pública, no representa en ninguna medida un avance en materia de la lucha política ni en la calidad de vida de los estudiantes. La educación pública, gratutita y estatal es propia del keynesianismo presente en nuestro país hasta principios de los setenta, a continuación, tras la reorganización de la producción social que hoy gravita en el patrón neoliberal de acumulación de capital, la universidad estatal es una abstracción, pues la sociedad no posee las condiciones económicas materiales necesarias para su presencia. Eso los “Jotosos” lo saben, entonces ¿Por qué lo ocultan? ¿A que se debe esta desviación ideológica?, ¿será mera ignoracia política por parte de la militancia de las juventudes comunistas o acaso el pensamiento, el aspecto teórico de dichos militantes es producto de una escuela política partidaria que en la praxis a nivel multisectorial también se desenvuelve de modo tal que no intenta develar ni dar solución a las contradicciones fundamentales de la sociedad capitalista?
La palabrería oportunista de la Juventud Comunista no tiene límites, su propaganda señala que la militancia tiene como objetivo político la sociedad socialista y el comunismo, pues bien, dejando de lado la “pasividad” de los militantes respecto al estudio acabado de la ciencia marxista, nos encontramos con posiciones má incongruentes aún:
“Yo trabajé en una institución pública ...el problema no es el sistéma en si, sino las personas que trabajan en él...el sistéma publico no hay que destruirlo, hay que mejorarlo”[3]
Respecto al sistema estatal, al estado propiamente tal, Lenin, en su obra “El estado y la revolución” desarrolla los aspectos fundamentales del marxismo respecto del estado. Obra que nos permite conocer su origen, su desarrollo a lo largo de la historia de las sociedades y la actitud de los revolucionarios frente a éste.
Los jóvenes militantes de la JJ.CC. al hacer este tipo de afirmaciones categóricas, evaden toda importancia respecto del carácter del estado y su relación con la formación económico-social, al carácter burgués del estado propio de la sociedad burguesa, como si la actividad de éste organo dependiese de la voluntad de los funcionarios, olvidando a Lenin cuando plantea que el estado es una herramienta de opresión de clase, de la clase económicamente dominante.
Es imposible comprender las tareas de los revolucionarios de izquierda respecto del estado para alcanzar el socialismo, si no se posee una concepción científico-marxista de este. ¿Acaso el estado en el socialismo permanece igual que hoy, sólo que de mejor manera producto de la buena voluntad de los funcionarios? Tal parece que estos jóvenes olvidan que tanto Marx, como Engels y Lenin plantean que el estado burgués debe ser abolido, destruído, para transformarlo en “proletariado organizado como clase dominante” de modo tal que a medida que la revolución avanza en todos los planos de la sociedad, va extinguiéndose paulatinamente hasta el punto de dejar de exitir al momento en que las clases sociales se extinguen.
¡Y bajo esas concepciones estos señores exigen una educación estatal!, pues estos objetivos nada tienen de revolucionarios, sólo son un intento de cambiar la forma de administración de la educación superior en el país, sin siquiera asomar en su discurso un cambio en el carácter de ésta, qué sólo es posible mediante un proceso revolucionario conducido por los trabajadores que transforme las bases económicas de la sociedad.
El problema no és que estos jóvenes no planteen de manera revolucionaria sus planteamientos, o que ignoren, y reniegen del marxismo, el problema pasa por la fachada de la militancia, que escribe acerca del socialismo, se hacen llamar comunistas y ser estudiantes de izquierda, al mismo tiempo en que su práctica y sus concepciones acerca de la universidad nada tienen que ver con el marxismo, por el contrario, lo tergiversan y lo destruyen.
A este comportamiento lo acusamos de oportunista, pues su praxis política va más allá del reformismo estatal estudiantil, es aún mas reprochable puesto que hacen y dicen cosas que nada tienen que ver con lo que plantean ser, es decir, la esencia de este grupo político encierra interéses que no representan realmente una solución al problema de la educación para los estudiantes pobres y los estudiantes en general, sinó que aspira a la conquista del poder político a base de engaños. Su lucha contra la “exclución” de su participación en los planos de la política burguesa son una muestra concreta de aquello.
Esta crítica no pretende salir en defensa del marxismo, tan sólo poner en evidencia la desfachatez de pequeños grupos políticos, que a la hora de la confrontación política se escudan tras falacias, ocultan sus verdaderos interéses y engañan al estudiantado.
Su propaganda es clara a la hora de luchar por estatutos de federación, apelan a la “representación” y no a la participación, buscan la inclusión ¿inclusión de quién?
Y así la JJ.CC. en la UCT gritan a los cuatro vientos que su mesa directiva es democrática y pluralista, cuando el proceso eleccionario que se llevó a cabo en dicha casa de estudios desde sus inicios estuvo condicionado por un sinnúmero de irregularidades, pero ese tema lo trataremos mas adelante.
Por otro lado, las mal llamadas “Juventudes Comunistas” en la UCT levantaron una lista para las elecciones de la FEUCT, pués bien, al no salir lista ganadora se unificaron con las “Juventudes Socialistas”, traicionando a sus votantes y pactando y vinculando con este otro grupo que analizaremos a continuación.
Las Juventudes Socialistas, son las juventudes partidarias del Partido Socialista, el cual desde fines de los ochenta pertenece a la coalición que hoy está en el Gobierno y que de manera progresiva y sistemática ha profundizado las leyes económicas que se fueron gestando con el desarrollo del neoliberalismo en chile protegido político-socialmente por la dictadura militar. Por lo tanto, el PS representa y encarna el proceso de la contrarevolución neoliberal, administrando el aparato estatal durante la tercera etapa de este mismo, la administración civil de una contrarevolución ya madura.
En este sentido, la JS también poseen un interés propio del plano ideológico del partido y de los interéses de las clases para los que gobiernan. Las clases dominantes.
Sin embargo y a diferencia de las JJ.CC. las Juventudes Socialistas, al menos, en nuestras universidades, no se plantean revolucionarias ni mucho menos, simplemente, trabajan por hegemonizar los puestos dirigenciales para conducir y cooptar las distintas luchas estudiantiles para sintetizarlas en negociaciones con el Gobierno del cual también son parte. La estrategia de la JS es hegemonizar la conducción del sector estudiantil para su cooptación.
Criticamos agudamente los interéses de este grupo político, que con su praxis, lo que busca y ha conseguido durante todos estos años es sintetizar en su actividad política las manifestaciones estudiantiles, cooptarlas a través de la dirigencia y acudir a los CONFECH junto a sus compañeros de clase y partido para negociar a través del lobby y guardarse los intereses de los estudiantes en el bolsillo, botar a la basura todo el desgaste que implican las movilizaciones y negociar con sus pares de gobierno tal o cual “demanda”.
Esta política sucia nos es detestable, la consideramos abiertamiente una política estratégica enemiga de los intereses estudiantiles, viciada y sin escrupulos, que cuenta tras de sí con todo el aparato estatal para su ejercicio. De ésta misma política de cooptación se cualgan las JJ.CC. pactando con las J.S. ya sea en la mesa directiva de la FEUCT o compartiendo posición en la elección de estatutos de federación FEUFRO.
La politica llevada a cabo por la J.S. y apoyada por las JJ.CC. la podemos observar de manera concreta en todo el proceso eleccionario de la mesa directiva para la FEUCT.
El Tribunal Calificador de Elecciones (tricel) establecido para dicho proceso, estaba conformado por amigos cercanos y simpatizantes de la actual mesa directiva, seguido a esto, las urnas requeridas para las votaciones no se encontraban en el lugar y a la hora correspondiente. En las afueras del edificio principal del Campus norte, la señorita Marcela, estudiante de Acuicultura sirvió como vocal de mesa al mismo tiempo en que era candidata de la lista impulsada por el P.S. Nosotros ¿Quiénes? mismos pudimos ver en el lugar como la compañera instaba a votar a los estudiantes por su lista en la misma urna, de igual modo, al momento de votar, en reiteradas oportunidades al recibir el nombre del votante, ella misma estampaba la eleccion en el voto.
A pesar de estas despreciables actitudes propias de militantes y sipatizantes de los partidos que hoy gobiernan en contra de la clase trabajadora y el pueblo de Chile, el proceso continuó desarrollándose.Ninguna lista obtuvo la victoria, el año academico 2008 había finalizado y era de esperar que el proceso continuáse el presente 2009.
Sin embargo, al retornar a clases, el estudiantado se encontró con la sorpresa de que durante el verano,las listas impulsadas por la JJ.CC. y el P.S. se unieron en una sola, proclamándose como vencedoras en el proceso eleccionario de la FEUCT 2008.
La democracia de la que estos sujetos hablan y los intereses estudiantiles que dicen defender son públicamente ignorados al momento de conspirar a las espaldas de los estudiantes, sin embargo, no es de extrañar, no nos sorprende para nada, puesto que no se podía esperar otra cosa de sectores que en ningún momento han estado del lado de los estudiantes.
La historia juzgará por si misma a estos sectores, hoy en tanto, es nuestro deber develar los verdaderos intereses de estos señores y plantearlos abiertamente, y por sobre todo, a los estudiantes entusiastas, que depositando sus energías y voluntades confían en palabrerías carentes de sustento teórico y que no conducen más que al engaño y a reproducir el permanente estado de descontitución de los estudiantes de nuestras casas de estudios.
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[1]Lenin. V.; Tareas de la junentud revolucionaria; carta primera.
[2] Marx. C. Prólogo a la contribución de la economía política.
[3] Palabras de Luis Villegas, militante de las JJ.CC. durante el foro en el auditorium de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UFRO) acerca de la elección para los estatutos de federación.
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